En la actualidad, encontramos multitud de aportaciones de autores donde se relaciona directamente la inteligencia emocional con el acoso escolar, como una nueva forma de prevenirlo.
La educación emocional es un proceso que se produce a lo largo de toda la vida y esto nos permite desarrollar unas competencias emocionales necesarias como pueden ser la mejora de la autoestima o la empatía. La falta de estas en nosotros se convierte en uno de los problemas principales del acoso escolar y se relaciona con bajos niveles de comprensión de las emociones. Esto significa que los alumnos que realizan situaciones de maltrato son incapaces de comprender el impacto que tiene el dolor que éstos provocan sobre las víctimas.
La educación emocional es un proceso educativo, continuo y permanente, con él se pretende potenciar el desarrollo de las competencias emocionales como elemento esencial del desarrollo humano.
La educación emocional tiene como objetivo ayudar a las personas a descubrir, conocer y regular sus emociones además de capacitarlos para desenvolverse en la vida.
Es por esto, que en los centros educativos deben proporcionar las herramientas emocionales necesarias para que los alumnos aprendan a desenvolverse y solucionar sus conflictos de la mejor forma.
Los objetivos a alcanzar en toda educación que pretenda trabajar las emociones deben ser:
- Adquirir un mejor conocimiento de las propias emociones.
- Identificar las emociones de los demás.
- Denominar a las emociones correctamente.
- Desarrollar la habilidad de regular las propias emociones.
- Prevenir los efectos perjudiciales de las emociones negativas.
- Desarrollar la habilidad para generar emociones positivas.
- Desarrollar la habilidad de automotivarse.
- Adoptar una actitud positiva ante la vida y aprender a fluir.
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