La Empatía.
¿Qué es la empatía?
La empatía, a grandes rasgos, es la capacidad que tiene una persona para ponerse en el lugar de otra. Es decir, ser capaz de entender la situación y los sentimientos que está viviendo otra persona. Ser una persona empática no es una tarea fácil y, en muchas ocasiones, requiere una serie de condiciones previas. Además, es uno de los requisitos de la inteligencia emocional y está relacionada con la compresión, el apoyo y la escucha activa.
Es importante no confundirla con emociones como la compasión, puesto que en este último caso la persona, aparte de ponerse en el lugar del otro, también intenta ponerle fin a su sufrimiento. Es decir, la
empatía es un requisito para la compasión, pero la compasión implica también poner fin al sufrimiento mientras que en la empatía no necesariamente.
Qué
características tienen las personas empáticas:
Para ser una persona empática hay que reunir una serie de características:
- Sensibilidad y sentir lo que otros sienten. Las personas empáticas son sensibles y entienden los sentimientos de los demás. Sin embargo, en ocasiones esto puede ser un arma de doble filo porque pueden sentirse obligados a involucrarse de manera activa con el otro, aunque el conflicto no tenga que ver con ellos mismos.
- Les gusta escuchar. Escuchan de manera activa, es decir, no se limitan a oír lo que la gente dice. Se concentran en lo que la otra persona les está diciendo, analizan el porqué de que la persona se siente como se siente, lo legitiman y dan respuestas acordes a ello.
- No son extremistas. No creen que todo sea blanco o negro, saben que hay una bonita gama de grises en medio. Por ejemplo, cuando les surge un conflicto no se posicionan fácilmente, intentan buscar respuestas intermedias.
- Son respetuosas y tolerantes. Las personas empáticas respetan las decisiones de los demás, aunque ellos no hubiesen tomado esas mismas decisiones. Por ejemplo, María y Juan son hermanos. Juan se ha enfadado con sus padres porque no le han apoyado en uno de los momentos más importantes de su vida. María a pesar de que no habría actuado de la misma manera, respeta a Juan, es empática, entiende la situación y le ofrece su apoyo.
- Entienden la comunicación no verbal. Se fijan tanto en el lenguaje verbal como en el no verbal. Atienden a gestos, miradas, inflexiones y tonos de la voz, etc. Con lo que consiguen no solo entender el mensaje verbal, si no extraer el mensaje emocional que el lenguaje no verbal contiene.
- Creen en la bondad de las personas. Cuando conocen a alguien, aunque esa persona tenga “mala fama”, presuponen que la persona es buena hasta que no les demuestre lo contrario. Creen que la gente es buena por naturaleza.
- Pueden tener un estilo de comunicación pasivo. En ocasiones, el intentar entender a los demás puede hacer que dejen de lado sus propios intereses y derechos. Por ejemplo, en el caso de María, decide ser empática y apoyar a su hermano, aunque eso le suponga tener un conflicto con sus padres.
- Hablan con cuidado. Miden siempre sus palabras porque saben que según cómo digan las cosas pueden hacer daño a la otra persona. Intentan ser cuidadosos y expresarse con tacto teniendo el menor impacto negativo en el otro.
- Entienden que cada persona es diferente. Comprenden que cada persona tiene unas necesidades y que todos somos diferentes. Saben tratar a cada persona acorde a sus circunstancias.
Qué
beneficios tiene la empatía:
- Ayuda a sentirte mejor contigo mismo.
- Ayuda en la resolución de problemas.
- Desarrolla las habilidades sociales.
- Ayuda a tener respeto por el resto de personas.
- Ayuda a conectar mejor con otras personas.
- Sube la autoestima propia.
- Nos hace ser respetables.
- Ayuda a ser justos.
- Ayuda a no juzgar a otros.
- Fomenta el desarrollo emocional.
- Contribuye a la inteligencia emocional.
Cómo
fomentar la empatía.
Existe una serie de tareas que se pueden realizar para fomentar la empatía. Te mostramos algunas de las más importantes:
- Desarrolla la escucha activa. Fue descrita por Carl Rogers, se trata de una técnica de comunicación que hace que sepamos escuchar y entender lo que la otra persona nos dice y que a la vez sepamos transmitirle que lo hemos entendido. No se trata solo de oír, sino de escuchar y entender. Es importante que desarrolles la escucha activa porque como hemos visto es una característica de las personas
empáticas. Aprende a escuchar lo que los otros te dicen mientras que tratas de entenderlo y ofrecer un feedback.
- Vive sin prejuicios. Como hemos visto, las personas empáticas son respetuosas, tolerantes y no juzgan a los demás. Quizás no estés de acuerdo con las decisiones de otras personas, pero tienes que tratar de tomar distancia y entenderlas, aunque tú no hubieses actuado de la misma manera.
- Sigue pautas saludables. Concéntrate en las expresiones verbales y no verbales de la otra persona, contesta de una manera adecuada, responde en un tono afectivo similar al de la otra persona, muestra interés por lo que te está contando, concéntrate en lo que no expresa con palabras, etc.
Entiéndete a ti mismo. Para entender al resto de personas y ser empático con ellas primero tenemos que serlo con nosotros mismos. Intenta entenderte, conocerte y ser empático con tus propios sentimientos y acciones.
Otro trabajo perfecto os llevo siguiendo desde nuestro primer trabajo y cada uno de ellos es mejor
ResponderEliminarMuy buen artículo, deberían aprenderse lo y practicarlo muchas personas
ResponderEliminarMuy buena explicación
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