El racismo en las redes sociales

 EL RACISMO EN LAS REDES SOCIALES 

El discurso de odio ha existido siempre. Internet ha cambiado la comunicación y, en concreto, este tipo de discurso. Por una parte, la red permite la expansión de mensajes a un gran número de personas de forma instantánea. Y, por otra parte, han surgido “conductas ofensivas y expresiones de comunicación violenta” en las redes sociales que superan al discurso de odio al uso en sí de la aplicación.

El odio online aparece de forma repetida en las redes sociales, un hecho que es preocupante puesto que el uso de estas redes está extendido a nivel global.

Según unas estadísticas el 59,5% de la población global son usuarios de Internet, mientras que el 80% de los españoles emplean las redes sociales de forma activa.

Las consecuencias que trae este racismo son las siguientes:

Aparte del daño que causan al propio individuo al que va dirigido también tiene repercusiones, ocasiona daños al grupo al que pertenece, que generalmente es una minoría social, por ejemplo, dificultaría su integración en la sociedad. Además, debilita el tejido de la sociedad porque “contribuye a crear sociedades desiguales y poco cohesionadas”.  

Cabe destacar, que los medios de comunicación digitales no exponen este tipo de noticias y si lo exponen son hechos puntuales. Asimismo, los que si hablan de este tema lo hacen por medio de agencias, las cuales les copian la información y no profundizan en ella, ni le dan la importancia que verdaderamente tiene.

Estas cuestiones hacen que sea una necesidad mayor el hecho de informar a las personas sobre el discurso de odio en las redes sociales. Para ello, se ha elegido el formato de reportaje multimedia, en consideración de la alta tasa de ciudadanos españoles que acceden a Internet. De este modo, se ofrece la información de forma atractiva y comprensible, a la vez que se cumple con la función social del periodismo.

Por otra parte, el discurso de odio aumentó con la expansión de la COVID-19. Hubo una constante culpabilización a distintos colectivos, destacando a judíos y musulmanes. Además, se produjo la circulación de memes que insinuaban que los ancianos son prescindibles por su vulneración frente al virus.

En España, la pandemia ocasionó “polarización de la opinión política” debido a la culpabilización de determinados grupos como los responsables de la COVID-19 en el ciberespacio.

Cuestiones que son interesantes:

(1)   ¿Nos hacen agresivos las redes sociales?

Cuando nos comunicamos a través de las redes sociales, la mayoría de las veces escribimos cosas que no seríamos capaces de decir cara a cara. El anonimato y cierta sensación de impunidad contribuyen a una mayor violencia verbal. Pero muchos olvidan que lo que comentamos en nuestras redes sociales deja huella.

(2)   ¿A quiénes odian los ´HATERS´?

Generalmente odian a mujeres, homosexuales, musulmanes, negros y gitanos. Sus testimonios son una prueba del continuo acoso, violencia y odio que sufren cuando entran a las redes sociales, mayoritariamente a Facebook, Twitter y YouTube.

(3)   ¿De qué hablamos cuando hablamos de odio?

"El odio es difícil de definir. Normalmente, cuando le preguntamos a una persona qué siente cuando odia nos suele hablar de animadversión, desprecio, asco. Es decir, una combinación de otras emociones negativas. Parecen juntarse para dar lugar a eso que llamamos y sentimos como odio". Lo explica, Ignacio Morgado, autor de "Emociones Corrosivas", director del Instituto de Neurociencia de la Universidad Autónoma de Barcelona.

Todos podemos llegar a sentir odio por alguien a lo largo de nuestra vida, pero el problema se genera cuando es persistente y finaliza con la violencia.

Cuando sentimos odio, la corteza pre frontal del cerebro, está muy activa y la persona que odia está continuamente tratando de satisfacer ese odio, probablemente, buscando hacer daño a lo odiado de alguna manera.

(4)   ¿Es delito odiar?

El odio es un sentimiento, no un delito, pero sí es un delito incitar a la violencia y discriminación contra colectivos vulnerables. Tras la reforma de 2015, el artículo 510 del Código Penal, recoge los supuestos de este delito. Esteban Ibarra, presidente del 'Movimiento contra la intolerancia', recuerda que el odio, hay que tenerlo claro, es un sentimiento aversivo, de rechazo que puede llegar al exterminio. La incitación al odio es lo que viene a denunciar ese concepto, ese término de discurso de odio: incitar a un sentimiento que te puede llevar a eliminar, al contrario.

(5)   ¿Abandonaremos las redes?

Víctimas y expertos denuncian que las plataformas no están haciendo nada más para frenar el odio de muchos mensajes y videos.

Las redes están muy cuestionadas, y mucha gente ha empezado a abandonar estas plataformas, como protesta, especialmente Twitter, la más criticada por su poca eficacia para eliminar el odio en su red.

(6)   ¿Cómo frenamos el odio en las redes?

Información, educación, activismo y narrativas alternativas son herramientas para combatir el acoso y el discurso de odio en Internet.

Algunos mensajes de odio en redes sociales: